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viernes, 29 de julio de 2011

Capitulo 15: Denizalti



Me lancé al agua tratando de buscar a mis compañeros sin éxito alguno ya que no podía observar ningún cuerpo bajo el agua y menos en la fría y penetrante oscuridad, sumergí mi cuerpo debajo del agua una vez más para tratar de encontrar algo.

-¡Cruz!- Grite una vez fuera y puesto en la superficie, sin embargo mis esfuerzos fueron en vano.

Salí del agua donde Rastir me esperaba muy relajado como si el ataque a la aldea no se hubiera ejecutado, como si nada ni nadie estuviera en peligro.

-Joven Belmont, acompáñeme por favor- El tono de Rastir era muy calmado, parecía no importarle lo que estaba pasando, aunque su tranquilidad era fuera de lo normal trate de no tomarle importancia y lo acompañe a su cabaña.

-¡Señor Rastir, hay que hacer algo, los aldeanos se han escapado y su hijo Matt y mi mejor amigo se encuentran en las profundidades del lago!- Una risilla fue emitida por el elfo el cual se quitaba sus prendas también.

-Joven Belmont… ¿Acaso sabe usted por qué no me preocupa la seguridad de mi pueblo?- Rastir se comportaba más extraño a cada segundo que pasaba, mi duda se disipó cuando identifiqué el mismo tatuaje que portaba aquel demonio que nos heredó a Cruz y a mí una maldición al portar el collar de Lucifer.

-Eso es porque eres un demonio y no el verdadero Rastir- El demonio comenzó a transformarse en una bestia deforme, verde, con 4 brazos, 3 ojos, garras afiladas y un cuerno que salía de la frente.

-¡Es hora de morir!- El desgraciado se proyecto hacia mi apuntando con sus garras hacia mi pecho.

-¡Muérete maldito!- Una ira inconmensurable se apoderaba de mi, la rabia que había en mi no la podía controlar, la idea de que alguien hubiera corrompido la paz que había en ese pueblo me llenaba el corazón de un coraje inexplicable. -¡MUERE!- Disparé justo entre los ojos de la creatura derribándola por el impacto de la bala.

-¿Cómo es posible que un demonio haya pasado a ser ángel?, ¿Cómo es posible que se haya sentido amor?, ¿Cómo fue que ha llegado hasta este punto en su vida?, dime, ¿qué se siente perder a lo único que amabas?- El bastardo tenía mucho valor para pronunciar esas palabras en mi presencia, lo único que hacía era confirmar su condena.

-¡Para ser un demonio tienes muchos huevos para decir eso!- Pisé su torso con mis zapatillas deportivas y me dispuse a matarlo.

-¡ESPERA!, ¿No quieres saber cómo traer de vuelta a la vida a tu amada?- Una ira aun más grande comenzaba a recorrer mi cuerpo a una velocidad impresionante, no podía creer lo que estaba a punto de decir aquel desgraciado, el solo hecho de creer que podría estar una vez más con Jesica me desesperaba.

-Habla-.

-En el lago, hay una ciudad llamada Denizalti, es muy fácil de llegar, solo tienes que bajar hasta el fondo sin parar, eso sí lograr llegar vivo-.

-¿A qué te refieres con eso?, ¡HABLA!- mis ira escapo mediante una patada la cual impactó en el rostro.

-Averigua lo que puedas por ti mismo, yo ya he dicho demasiado-.

-¿Acaso quieres morir? ¡Dime que hay en Denizalti!-.

-¡ESTUPIDO, NUNCA LLEGARÁS HASTA AHÍ VIVO, NO HAY NADA QUE PUEDAS HACER!  ES UNA PERD…- Un tronido sonoro se escucho por la habitación mientras una línea delgada de humo salía del cañón de mi arma.
-¡AHW!, ¡CARAJO!- No había nada que pudiera hacer, no sabía nada sobre esta ciudad y mucho menos a que me enfrentaría, más importante aun no sabía nada de Matt ni de Cruz. Un ruido parecido a un jadeo sonó en un armario en el fondo del cuarto, me acerqué para inspeccionar el sonido y tratar de descubrir que es lo que emitía el sonido.

-¡Rastir!- El anciano estaba mal herido en atado con una vaina de espinas y una herida el costado izquierdo. –Señor, resista debe haber algo que lo pueda sanar, necesitamos a su gente, en un momento…-.

-Joven guerrero, mi momento como moderador en esta vida ha terminado, mis 378 años de vida los disfruté ayudando a mi  pueblo y protegiéndolo de todo mal que lo amenazaba, ahora es tu turno, yo sé contra que te enfrenta y se lo difícil que es no darse por vencido, se por las causas que luchas, tu corazón es puro eh inigualable, eres un guerrero que hace honor a sus ancestros, no te dejes caer muchacho, aun hay mucho camino por recorrer, aprovecha cada oportunidad y vívela al límite. – Rastir puso una mano en su cuello y arranco un dije que resguardaba bajo su túnica. – Quiero que tengas esto, es una muestra de mi afecto por el sacrificio que has hecho ante nosotros, por tu sinceridad y tu gran valentía, toma, usa mi poder y termina tu misión. –Rastir puso el dije en mi cuello y pronuncio unas palabras en un dialecto que no entendía.- Fortitud….fortitudinem meam do vobis-.

Una lagrima de lastima corría por mi rostro, podía sentir la sensación de fracaso una vez más, la ira y el coraje corrían por mis venas, estaba furioso, quería acabar con el hijo de puta que haya iniciado el ataque ya que esta vez era aun más personal que antes.

-¡AHW!- Un vigor invadió mi cuerpo, podía sentir la energía, podía sentir el poder, era el dije de Rastir, me había legado más que un simbolismo, me había dado sus espíritu, podía sentir como estaba conmigo. -¡Dilo!- Un fuerte pensamiento estallo en mi mente esperando que otra vez fuera correcta mi hipótesis. -¡VOHON!- una bola de fuego aun más grande que la que había convocado  Matt se desprendía de mis manos, era increíble, en ese instante comprendí la magnitud del poder que tenía en las manos, sabía lo que tenía que hacer, ya era hora de que pagaran por todos lo que le habían hecho al 4 reino, el 2 reino iba a pagar las consecuencias de sus actos, pero antes tenía otra tarea pendiente, rescatar a Cruz y Matt.

-Tranquilos amigos, estoy en camino-.

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