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martes, 2 de agosto de 2011

Capitulo 16: Descubrimiento, recuerdos y lastimas



Dejé a Rastir en el suelo y lo cubrí con una manta blanca esperando que su alma pudiera descansar en paz, recordando las buenas obras que hizo para ayudar a su pueblo.

-Descansa en paz amigo- Levante mi cara y logre ver algo parecido a un escritorio, me acerqué a la mesa y logré notar un grabado en el filo de la mesa “Ignis”.

-“Ignis”, que es lo que…- En mi mente corrió un pensamiento intenso, profundo, me incitaba a pronunciar las palabras como si se tratara de algo increíble. -¡Ignis!- Una llamarada salió en el centro de la cabaña expandiéndose rápidamente por todas parte.

 -¡Mierda!- no había salida, las puertas estaban bloqueadas, y el fuego empezaba a intensificarse a cada segundo que pasaba. El techo tenía otro grabado que decía “augmentum”, tenía que decirlo, parecía que era algo para contrarrestarlo.

- ¡Augmentum! - las llamas tomaban mayor tamaño y volubilidad. - ¡Con una chingada! – ya no trate de apagar las llamas, la estructura se estaba derrumbando, había un hueco en la pared por el cual logré escapar.

 – Lo siento señor Rastir no era mi intensión incinerarlo…al menos no ahora-  una gran cortina de humo era expedida de la cabaña del viejo elfo.



 Logre notar que la entrada de la cabaña había una insignia que tenía otro grabado, no obstante traté de abstenerme a decir la palabra. - ¡Ni madres, ni madres! ¡No lo voy a decir!- Supe que tenía una fuerza de voluntad por los suelos cuando pronuncié las palabras por impulso.

-¡Fragor!- Una explosión me destruyó la cabaña del elfo haciéndola volar por los aires. -¡Puta madre!- Me sentía tan inútil por no saber cómo controlar los nuevos poderes que me había legado Rastir.

Asustado por mis nuevos poderes corrí al agua y me lancé a ella, amanecía y pensé poder observar algo gracias a la luz solar, mis esfuerzos fueron en vano ya que seguía sin poder observar más que sombras, una vez más dos palabras invadían y rebotaban en mi mente eran dos palabras muy claras, “lux y otium”, sabía que iban a hacer volar algo, pero la curiosidad me inducia a pronunciar las palabras.

-Mierda, no puedo creer que vaya a hacer esto, ¡Lux! ¡Otium!. – Las palabras hicieron que pudiera respirar y ver abajo del agua, ya no me sentía tan inútil después de haber logrado eso. A lo lejos había una ciudadela, Otra vez me sorprendía la belleza del cuarto reino.

-Genial, miles de años y millones de idiotas buscando la Atlántida sin resultado alguno y yo el encuentro después de hacer explotar un pueblo, ahora entiendo a los políticos- lancé una risilla en el agua y vi volar muchas burbujas mientras aun me dirigía a la ciudadela.

Entré en lo que parecía una capsula de aire, ya no necesitaba los hechizos que había lanzado, lástima que no sabía cómo quitar el efecto que tenían sobre mí.

-¡Hey Sven apaga las luces! – Una voz conocida me hizo girar toda mi atención a buscar de donde provenía.

-¿Nos estas buscando?, ¡estamos más cerca de lo que crees!-.

-¿Dónde estás? ¿Quién eres?... ¿Matt? ¿Cruz? - La voz sonaba distorsionada y no podía darme cuenta de quién era la voz realmente.

- ¿Verdaderamente no sabes quién soy?, te daré una pista, te patee el trasero cuando nos conocimos -.

- ¡CRUZ! ¡Cabronazo de de jugar y dime dónde estás!- Nuevamente la voz sonó claramente e identifiqué de quien era en cuanto escuché una palabra que me había hecho recordar lo que estaba buscando, lo que verdaderamente necesitaba, mi motivo de vida.

- No cariño, soy yo, ¿Qué acaso ya no me recuerdas?, ¿Acaso he muerto para ti? ¿Hay alguien más?, ¡Porque te juro que le arranco la cabeza de una patada a la desgraciada que trate de quitarte de mi vida!-.

-¡No, no! Preciosa, créeme que he hecho lo imposible por buscar una forma de traerte a la vida-.

-No pierdas el tiempo ahora, no encontrarás nada sin ayuda, he visto como has peleado bravamente, he visto como has cuidado de Cruz y ahora has protegido también a Matt, estoy tan orgullosa de ti cariño-. La luz, comenzaba a materializarse en una figura de agua parecía un holograma, era increíble.

-Jesi… he anhelado tanto poder ver tu cara una vez más, escucharte, poder abrazarte y darte un beso-. Me acerqué a la figura de agua para darle un beso, mis ganas de esas acciones se desvanecieron cuando aquel acto de amor se convertía en una maldición. Mi energía se drenaba poco a poco, no me podía separar de la creatura, era mi fin, no podía escapar de ello.

-¡Suéltalo perra!-. Otra voz conocida había gritado antes de que callera inconsciente, eran Cruz y Matt, solo esperaba que ellos no fueran una mala broma de mi mente. Matt desenfundó su espada y partió a la mitad al ente que me estaba drenando la vida.

-¡Rayos hombre!, ¿Te encontráis bien?-.

-Sí, pero… ¡Ahw! ¡Carajo! Esa cosa me debilitó, no siento bien el cuerpo, me duele la cabeza y no puedo estirar mis brazos.

-¡Ya sé que tienes!, te vas a tener que comer esto pero no sabe bien ¿Vale?-.

-Sven, ¡galán hijo de perra!, estabas besando a un “Zuncubus”, ¿En qué estabas pensando? ¿Acaso quieres morir?-.

-Cruz... hermano me da gusto volver a verte, no saben lo que he pasado desde que se lanzaron al lago, Matt te tengo malas noticias, tu padre ha fallecido.

-Lo sé, pero no te preocupes murió como un gran consejero y por lo que me ha dicho aun no sabes controlar tus poderes, pero te agradece por haberlo incinerado, su sueño era morir quemado en su cabaña donde pasaba muchas horas estudiando hechizos de fuego y explosiones, nunca tuvo éxito pero al parecer tu si lo tuviste, eso demuestra que tienes potencial.

-Solo quiero saber dónde estamos y que es lo que pensaban al saltar de Leviatán-.

-Es una historia muy larga viejo, porque mientras allá arriba es 1 hora aquí  es un día-

-Pues tienen mucho que explicarme- Lo había logrado, estaba de nuevo con mi equipo, pero no podía sacarme de la cabeza que había estado cerca de Jesica, aunque fuera solo una ilusión.

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