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miércoles, 27 de julio de 2011

Capitulo 14: Leviatán



-¡Sven, Cruz! ¡Corred por vuestras pertenencias! ¡Yo os protegeré mientras tanto!- Matt se quitó las vestiduras dejando ver que aun portaba la parte inferior de su armadura de escamas de dragón negro – ¡Daros prisa, necesitamos toda la ayuda posible!-.

-¡Cruz!- Le arrojé su mochila a Cruz mientras este se quitaba las vestiduras lo más rápido que podía.

-Toma, creo que nos arán mucha falta.- Cruz sacó de su mochila una cajetilla de cigarrillos junto con el encendedor que me había regalado Jesica cuando recién empezábamos a salir, algo que se me hacia raro ya que a ella no le gustaba que fumara.

-¡Oh hermano es la mejor motivación que me pudieron haber otorgado en estos momentos!- Saqué un cigarrillo y lo puse entre mis labios, la sensación de probar un cigarrillo una vez más me excitó y sentí que la adrenalina corría una vez más por mis venas. - ¡AH!, ¡no hay nada como un cigarrillo por la noche!-.

-Sabía que te alegraría, por eso los traje, ¿hace cuanto que no fumas?-.

-Desde que murió Jesi, desde ese entonces me di cuenta de que ahora no podía desobedecerla y simplemente lo dejé-.

-Bueno, no te inquietes, Rastir dijo que nos ayudaría a traer a Jesi si los ayudamos…- Un terremoto de gran magnitud movió la tierra de Sormenth, los gritos de los pobres aldeanos nos advertían que teníamos que movilizarnos, terminamos de cambiarnos a nuestros sayos cotidianos listos para la batalla.

-¿Estás preparado?- Preguntó cruz mientas me colocaba ambos brazos en los hombros dándome la certeza que él estaría a mi lado pasare lo pasaré. – Sabes que puedes confiar en mi hermano, no voy a dejar que ningún hijo de puta te haga daño-.

-¡Claro que estoy listo, yo nací para esto! Y… gracias por estar cuando más te necesito hermano – Una explosión avisaba que era la hora de salir a escena y hacer lo que mejor sabíamos hacer….

-¡ES HORA DE PATEAR TRASEROS DEMONIACOS!-.

Después de mucha platica y un cigarrillo en la boca salimos de la tienda donde estaban alojadas las cosas, y observamos a una creatura haber derribado a Matt dispuesto a matarle - ¡Matt! – Cruz alzó su bereta y disparo justo en medio de los ojos de la creatura -¡Quieta!- Matt se levantó a recoger su espada mientras partía demonios con esta.

-¡Gracias!- A Matt parecía no importarle morir defendiendo sus tierras ya que no tenía mucha cautela con las acciones que realizaba, una ira lo consumía por dentro, lo podía sentir, no era el mismo Matt que conocíamos.

-¿Un merodeador?- Preguntaba a lo lejos mientras abatía a los demonios que se acercaban.

-No lo creo pero mantén los ojos abiertos y cuida tu espalda- Una vez más las balas volaban como un lluvia ante los “desgraciados” que emanaban de las profundidades del infierno.

-¡Vohon!- Matt junto sus manos contra el pecho como si fuese a lanzar algo, una bola de fuego brotó de sus manos disparada hacia los desgraciados.

-¿Qué hacen esas creaturas aquí?, se supone que no pueden atravesar a este reino-.

-Ellos no siguen las reglas, ¡Matt Dispara una bola de fuego una vez más!-.

-¡Ok!- Matt apretó sus manos una vez más y conjuró el hechizo de nuevo. – ¡Vohon!- la bola en llamas salía a gran velocidad hacia uno de los demonios.

-¡Intentemos algo nuevo!- Dispare atraves de la flamante bola para tratar de comprobar una teoría, al atravesar la bola de fuego las balas se convertirían en balas de fuego.

Cada segundo que pasaba las bajas demoniacas se acumulaban en el campo de batalla mientras los tres tratábamos de proteger a los aldeanos.

-¡Preparaos! Aquí viene lo peor- Una creatura descomunal emergió del lago situado a un lado de la villa, sus proporciones eran colosales, era una serpiente parecida a un dragón marino con cuernos en su cresta y una lengua tan afilada como una espada.

-¿Qué chingados es eso?- la bestia me asombró de tal forma que me desconcertó al verla, era una creatura mitológica, lo cual no me sorprendía mucho ya que había vivido muchas cosas raras los últimos días.

-¡Sven! ¿Recuerdas que necesitaba tu ayuda para mi pueblo?-.

-¡Sí!- Quería que Matt dijese que eso no era parte del plan o que algo se le había salido de control, o que la creatura era amigable y estaba allí para ayudarnos.

-¡Bueno, es hora de ser los héroes!-

-¡Mierda!, ¡Cruz, prepárate, ya sabes que hacer!- Por primera vez en un largo tiempo sentía temor en mi cuerpo, la sensación se apoderaba de mi a cada segundo que pasaba.

-¡Sven!, ¡Reacciona!- La creatura se abalanzó hacia la tierra, clavándose en ella. -¡Ahora!- Cruz, Matt y yo saltamos en el lomo de la creatura para tratar de llagar a su cabeza aferrándonos a las escamas que esta poseía.

-¡Debemos darnos prisa!, ¡No tardara en desenterrarse de la tierra!- Matt tenía razón y la bestia alzó la cabeza del suelo y la elevó para hacernos caer de ella.

-¡Matt!, ¿Cómo la matamos?- La creatura se movía bruscamente para evitar lograr nuestro objetivo - ¡No tenemos tiempo! ¿Como la derrotamos?-.

-¡Clava esto en sus fosas bucales!-. Lanzó su espada hacia mí y me miró con unos ojos de preocupación. – Apresúrate- Matt se soltó de las escamas dejando caer su cuerpo hacia el agua.

-¡Matt!- Cruz se lanzó hacia el agua para tratar de salvar a Matt de una muerte segura, nadie sabía que es lo que habitaba el lago de la villa.

La creatura latigueó la cabeza lanzándome al aire, acto seguido leviatán abrió las fauces bucales para tragarme y así acabar conmigo.

-¡Oh no bastardo!- Entré en su boca y enterré la espada de Matt en el centro del paladar jalándolo con todas mis fuerzas para desgarrar su boca desde su interior. Leviatán apostrofó por el dolor que sentía y en un instante dejó derramar toda su sangre por la profunda cortadura ocasionada por la hoja de la espada.- ¡Ahg!, estoy lleno de sangre que no es mía, ¡Rayos!,  su paladar está tan duro como una placa de acero solido, en verdad esta espada es poderosa, será mejor que le devuelva su espada a… ¡Matt!... ¡Cruz!- salí de la boca de la creatura y me lancé al lago esperando que mis compañeros se encontraran bien.

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