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martes, 12 de julio de 2011

Capitulo 7: Desertando



- Hace mucho que no hablaba contigo…señor – ¿A quién le hablas? – A Dios  – Jesica se escondió detrás de mi tratando de ocultarse de él – ¿Está el aquí? – Por supuesto que estoy aquí – dijo una voz clara y melódica mientras una luz blanca muy brillante descendía de lo alto del cielo – ¿Que os apetece hijos míos? – Tu nos has llamado señor, nosotros no tenemos ningún problema…- Claro que lo tenéis, es por eso que los he llamado – le tomé la mano a Jesica y me propuse a enfrentar lo que pasara – Dinos tu cual es el problema señor, porque en nosotros no lo hayamos – Ustedes saben cuál es el problema, ¿Porqué pretenden ocultarlo? – Nosotros no pretendemos ocultar nada, es por eso que no tenemos un problema, sin embargo, sabes que estamos haciendo algo que no es agradable ante tus ojos – ese es el problema, ¿Por qué quieren ocultar lo que no es agradable ante mis ojos? – Porque sabemos que tu no permitirías un amor entre un siervo tuyo y un demonio – y… ¿Cómo sabes que no lo permitiría? – Porque va contra la leyes del cielo – exacto hijo, si sabes que está prohibido unirte a yugo desigual, es una herejía, te es licito, mas no te conviene - ¿Porqué señor? ¿Que acaso no diste a tu hijo por amor?, yo hago esto por amor, no encuentro ninguna herejía hacia tu palabra – ¡Las leyes la hago yo y ningún hereje me va a decir que es lo que está bien o lo que está mal! – Si esas son tus leyes, yo no quiero tener que ver nada contigo – ¡Esta es tu última oportunidad hijo! ¡No pierdas el derecho a una vida sin temores ni dolores en mi reino! – No quiero permanecer en un lugar si no tengo un motivo por el cual vivir – ¡Si esta es tu decisión no me dejas otra salida que vetarte de el paraíso y condenarte a muerte eterna! – No me importa mientras pueda estar con Jesica - ¡Deja de blasfemar! ¡Ángeles! ¡Encárguense de este hereje! - ¡Vámonos de aquí! – Tomé a Jesica de la mano haciéndola correr hacia el portal que llevaba a la tierra - ¡No dejéis que se escape! – ¡Mierda!, corre Jesi, y no te detengas por nada, yo me quedo a pelear - ¡NO!, ¡Yo no me voy de aquí sin ti! – Tomó mi Katana y la empuño decidida a afrontar lo que pasara - ¡Si vas a morir, moriremos juntos entonces! – Las palabras penetraron en mi oído como música para ellos, era una armonía metálica, era magia, era única – No solo van a morir ustedes dos, ¡Yo también juego! - ¡CRUZ! – Cruz salió del portal con todas y cada una de sus armas favoritas incluyendo su bereta de 9mm - ¿Qué haces aquí? - ¿Quieres que me valla? – ¡No!, no me mal entiendas, solo que me da gusto verte aquí, ¿Cómo sabias que estábamos aquí? – Del mismo modo que cuando te descubrí peleando con Jesica, con un transmisor en tus lentes – Increíble, gracias hermano, ahora ¡es hora de patear traseros angelicales! – Con mucho gusto amigo – los ángeles descendían por millares de las nubes sobre nosotros  como lluvia que rocía el campo, los ángeles tenían armadura la cual estaba conformada por la coraza de la justicia, el yelmo de la salvación, el cinturón de la verdad, calzados con los aprestos de la paz, cubriéndose con el escudo de la fe y portando la espada del espíritu – Vamos hermano no te quedes sin diversión - ¡Cruz! ¡Jesi! ¡Esperen!, esas armaduras son muy resistentes, están diseñadas por el maestro y las espadas que portan son más poderosas que cualquier arma de doble filo – ¿Que quieres decir? - ¡CRUZ, CUIDADO! – Disparé a un ángel que se acercaba a cortar a mi amigo - ¿¡Vez a lo que me refiero!?  Tengan mucho cuidado – Todos empezamos a disparar a los ángeles que descendían para frenar su ataque – Esto es entretenido, pero sabes que después nos puede ir mal… ¿verdad? – ¡Sí! ¡Nos va a costar mucho y puede que no sobrevivamos! ¡Pero explícale porqué lo hacemos cielo! - ¡Por amor! – Me motivaba el hecho de saber que ahora tenía un motivo más fuerte para proteger mi hogar, teníamos una historia que contar, estábamos escribiendo nuestra propia leyenda, era tiempo de enseñarle a Dios y a Lucifer que nada nos podía atar a ellos - ¡Oye Dios! ¿Qué se siente saber que tu ejército está perdiendo contra 3 humanos ordinarios? - ¿Quién dijo que ese mi ejército? ¡TRAS ELLOS! – Vallados enteros de ángeles descendían cada vez más rápido para hacer secar nuestro ataque - ¡Muchachos, es hora de una retirada estratégica! – y… ¿Qué tipo de retirada quieres hacer? - ¿Qué te parece la número 7? – ¡Me parece perfecta! – ¡Ok! A la cuenta de tres…- ¡Esperen! ¿Cómo es la retirada? ¿Disparamos hasta vaciar los cartuchos haciendo maniobras con un grado de dificultad triple? – Ammm… ¡No!, ¡Solo corre y cúbrete el trasero! - ¡CRUZ! - ¿Qué quieres que le diga? Es justo lo que hacemos – Solo corre cariño y no te detengas, rápido al portal - ¡No dejéis que se escapen! - ¡HAS INICIADO UNA GUERRA DIOS! ¡Y NO ME VOY A DETENER HASTA CUMPLIR MIS EXIGENCIAS! – Cruzamos el portal dejando atrás el reino de los cielos – ¡lo logramos muchachos!,   Eso estuvo…- ¡SVEN CUIDADO! – una espada salía disparada del portal hacia donde estaba parado - ¡AMOR! ¡NO! – Jesica se me abalanzó de tal modo para que me cubrió la espalda con su espalda – Ahora estás bien – un sonido de taje estremeció la escena dejando a Jesica sin aliento - ¡Cariño! ¡NO! – no te preocupes por mi estoy bien solo lleva me a un lugar donde pueda descansar -  ¿Estás Loca? no te puedo dejar así, ¡CRUZ! ¡TRAE EL AUTO! – ¡en seguida! – Tranquila cielo, todo va a salir bien – Dime que tan mal se ve - ¿Qué quieres que te diga?, ¿La cruda verdad o una mentira que quieres oír? – Ambas – La verdad es que si no te sacamos esto y te suturamos morirás – y ¿cuál es la mentira? – Que no te preocupes todo estará bien – Pero….eso ya me lo dijiste – Si pero no te he dicho la otra cruda verdad – Y… ¿Cuál es? – es que te amo.  

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