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miércoles, 31 de agosto de 2011

Capitulo 22: Raíces




-Primero necesitamos cauterizar esas heridas, ya ha perdido mucha sangre, debemos detener la hemorragia- Matt parecía estar muy preocupado la mira da en sus ojos era temblorosa e insegura, parecía saber lo que estaba haciendo, sin embargo, sus ojos reflejaban un temor muy grande.

-¿Qué es lo que quieres que haga?-.

-Necesitamos detener el flujo de sangre antes de cauterizar, rompe tu playera y con ella crea un torniquete-. Me quité la playera y con mi katana hice unas tiras lo suficientemente resistentes para poder evitar el flujo de la sangre de Cruz, ¿Qué es lo que pensaría Cruz al verme sin playera? ¿Qué burla haría si me viese en ese estado?

- Te diría: “¿Qué hay de nuevo señor tripa?- Una voz débil y ronca sonó a mi espalda, Cruz se había despertado, tenía la cara pálida y una pequeña sonrisa parecía estar pintada en su rostro.

-¿Cómo te sientes hermano?- Mi pregunta era estúpida, casi tanto como cuando pierdes algo y te preguntan donde lo perdiste, yo sabía la respuesta a esa pregunta, el tratar de animar a mi compañero ameritaba el darle armas para hacer una burla hacia a mí, después de todo, era yo quien se sentía mal por el no cuidarlo lo suficiente como para que no perdiera los brazos.

-¿Cómo crees tú que me siento?-. Por mi mente pasaban miles de respuestas buenas, sin embargo dejé que Cruz hablara por sí mismo.

-No lo sé, repito mi pregunta… ¿Cómo te sientes?-.

-De la vil chingada, acabo de perder mis ambos brazos, ¿cómo se supone que me debería sentir?-.

-Cruz… Hermano, hay algo que… yo… yo no pretendía que…-.

-Deja de hablar como un idiota y dime que es lo que pasa-

-Yo no pretendía que esto te pasara, te pido una disculpa, lo siento hermano te he fallado y ahora es mi culpa que no tengas brazos-.

-Yo no te culpo de nada, yo sé a lo que me atiendo, y si para recuperar a tu chica tengo que perder mis piernas o inclusive mi vida, yo lo haré por ti, eres mi hermano, somos Belmont, dame esos…-. Cruz miró su hombro y se rió mientras completaba su frase. -Dame ese hombro-.

-Estás loco hermano, no te preocupes encontraré la forma de hacer que recuperes tus brazos, te lo prometo-. Tomé a Cruz por el cuello y lo miré a los ojos mientras le prometía que iba a recuperar sus brazos, no podía fallarle otra vez, ya había cometido errores, ahora era turno de que tomara las repercusiones de mis actos.

-Está listo, no hay mucho que podamos hacer por ahora, necesitamos un libro de hechizos muy antiguo y el único que tenia esta aldea era el de mi padre, solo puedo hacer que no te mueras desangrado, Cruz, ¿es eso suficiente para ti?-. Matt terminó de atarle las cintas a los brazos para que la hemorragia cesara y pudiéramos pensar en conseguir el libro que necesitábamos para recuperar los brazos de Cruz.

-¡Por supuesto que no!, ¿cómo voy a patear traseros demoniacos ahora?-.

-Lo siento, pero hasta que no tengamos ese libro no puedo hacer nada más por ti, a menos que sepas donde conseguirlo-.

-No sé donde lo podamos encontrar pero se quien nos puede ayudar a encontrarlo- Cruz parecía estar muy seguro de lo que decía, así que ambos lo escuchamos.

-¿Donde lo podemos encontrar según tu?-.

-¿Recuerdas a Emma White?, se supone que fue considerada la chaman más importante del mundo y antes de que conociéramos a Matt íbamos a buscarle para sacarle la mayor información posible, ella debe conocer alguna forma de regresarme a mi forma natural, y ahora que lo pienso, ¿Por qué no utilizas el mismo hechizo que utilizó tu padre para reconstruirme cuando estallé por un merodeador?-.

-Por eso, porque fuiste atacado por un merodeador, y ese hechizo es especial para eso, en este caso no se qué hacer-.Cruz tenía un muy buen argumento, yo apoyaba la idea de regresar a nuestra dimensión y buscar a Emma para que nos ayudara y en caso de que no, estaría preparado para una batalla más.

-Yo apoyo la idea de Cruz, puede que la chica tenga una idea de cómo ayudar a Cruz, Matt, ¿Puedes crear un portal que nos lleve de regreso a nuestra dimensión?-.

-Claro, pero por ahora necesito que me hagas un favor Sven, Podrías reconstruir la aldea de mi pueblo, así sabré que ellos estarán a salvo mientras nosotros estamos buscando a Emma White-.

-Claro Matt, me tomará un segundo-. Tomé mi Katana y la clavé justo en el centro del pueblo esperando a que una vez más mis ideas locas sirvieran de algo. -¡Restituo!-. Un rayo se disparó de mis manos a la hoja de mi Katana haciendo que este se convirtiera en barios rayos recreando poco a poco las pequeñas cabañas de los aldeanos de Denizalti, un hermoso pueblo, que había sufrido una gran pérdida.

-Gracias Sven-.

-No tienes nada que agradecer, al contrario y también te quiero pedir un favor, reúne a tu pueblo y sitúalos en el centro tengo algo que decirles-. Matt reunió a todo el pueblo y creó una pequeña conferencia en la plaza del pueblo, sin dejar fuera a ningún habitante, todos y cada uno de los elfos de Denizalti estaban ahí para escuchar lo que tenía que decir.

-¡Pueblo de Denizalti, una gran tristeza nos perturba, Rastir, quien con coraje y sabiduría había liderado a su pueblo ha muerto, lamento darles esta mala nueva, pero es mi deber como responsable de su muerte deciros que os ha pasado, no obstante les pido una disculpa, porque he fallado, prometí proteger estas tierras mientras estuviésemos aquí y lo único que hemos traído es muerte y destrucción, pero nuestro deber aquí no ha terminado, tenemos que seguir siendo fuertes y luchar contra toda adversidad que se nos aproxime, pueblo de Denizalti, proteged sus tierras y vivid de ellas que ellas los protegerán a ustedes, muchas gracias-. Los elfos se pusieron de pie aclamando el discurso que había dado, algunos gritaban “Que viva el rey Belmont”, mientras otros alzaban sus yelmos en señal de respeto.

-Es hora de irnos Sven-. Matt abrió un portal hacia nuestra dimensión, justo fuera de nuestro departamento, entramos en él y Cruz se turbó al ver a un indigente que esperaba fuera de nuestro local.

-¡Hey que es lo que buscas!, no estamos abiertos para negocios aun-. El indigente se acercó a mí, me miró a los ojos y me hizo una pregunta.

-¿Eres tú?-
-¿A qué te refieres?-. El indigente me miró detenidamente y me repitió la pregunta.

-¿Eres Sven Belmont?-.

-¡Si soy yo!, ¿Quién eres y que buscas?-.

-Soy Beck, soy tu hermano-.

Una vez más la vida tenía un giro para mi, gusto cuando pensaba que no podía pasar nada más. 

miércoles, 24 de agosto de 2011

Capitulo 21: Bersek




-¡Muere bastardo!- Matt blindo su arma y atacó a Gordox  con ella, Matt estaba cegado por la ira, todos los movimientos que hacia eran errados por la ceguera.

-Humano inútil, ¿es acaso que todos ustedes se afanan con alcanzar metas que saben que no alcanzarán?-

-¡Calla y pelea!- Matt continuaba marrando sus ataques, al parecer no había nada que detuviera su vesania, su cólera aumentaba con cada golpe que daba, en ciertos momentos se detenía para darse la vuelta y ver el cuerpo sin brazos de Cruz, eso lo hacía entrar aun más en coraje.

-Reitero que no hay nada que puedan hacer para detenerme, todo lo que hagáis es nulo- Gordox tiró una carcajada y evitó los ataques que Matt lanzaba hacia él.

-Esto es inane- Matt dio unos pasos atrás y comenzó a hacer presión en su pecho como si tratara de sacar algo de él.

-¡Matt ten cuidado!- Tomé mi katana y me dirigí a él para coadyuvarlo en combate.

-¡NO, te hice una prometa y si tengo que dar mi vida por vosotros, lo haré!- Matt continuo haciendo presión hasta que dejo escapar un grito.- ¡BERSEK!-. Una nube de color negro era expedida del cuerpo de Matt, una gran energía se podía sentir emanando de Matt.

-Matt… ¿Qué es eso?-.

-Te enseñaré lo que un elfo es capaz de hacer, ¡Estas, son las tierras de Sormenth, no dejaré que ningún demony se atreva a destruirlas! Sven, el estado en el que me encuentro se llama “Bersek”, es un estado de ira, avezado de hacer a la persona que sea capaz de controlarlo acreedor de un poder titánico, no obstante este poder se vuelve torpe y es difícil de controlar, ¿estáis listo?-. Preguntó Matt más calmado y seguro de lo que hacía.

-Claro, estoy listo-. Matt dio un salto al aire para hacer bajar a Gordox de las alturas y ponerlo en mi área de combate.

-¡Ahora!-. Golpeó el yelmo de Gordox con el puño haciendo que a este se le hiciera una abolladura en el. – ¡No baja, tendrás que subir tú!-. Matt continuaba golpeando la coraza de Gordox con una velocidad y fuerza colosal, el estado Bersek era un poco arriesgado pero muy efectivo, sin embargo, Gordox era indiferente a los golpes que Matt proyectaba.

-¡Matt, golpéalo con las dos manos!-. Matt Enfocó toda su fuerza en sus manos y golpeó una vez más el yelmo, Gordox fue disparado al suelo gracias al esfuerzo que este estaba haciendo, el yelmo continuaba abollándose sin efecto alguno, Gordox se levantó y trató de golpear a Matt con uno de sus relámpagos-. ¡Esto es por Cruz!-. Matt tomó su espada y la clavó justo debajo de la cintura del caballero.- ¡Aquí termina tu viaje!-. Matt retiró su espada y dejó que la armadura se desplomara al suelo mientras el caía con ella.

-¡Matt!-.

-Tranquilo, estoy bien, solo un poco agotado-. Ayudé a Matt a levantarse para poder asistir a Cruz con sus brazos. Un sonido estrepitoso rugió y dejó ver la forma del caballero formándose una vez más mientras sacaba las abolladuras  de su armadura y se reconstruida sola.

-¿Enserio pensaron que sería tan fácil?-. Gordox se elevó una vez más en el cielo lanzándonos relámpagos mientras terminaba de reconstruirse, era increíble, realmente eso había sido muy fácil coma para que matara a Gordox, teníamos que hacer algo que dejara a Gordox fuera de combate.

-¡Matt! ¿Hay alguna palabra en latín que me permita crear magma?-.

-¡Sí, es mahma, pero es ucraniano, lo debes de pronunciar con un tono tosco!-.

-¡Matt necesito que vuelvas a derribar a Gordox, ya sé que lo puede derrotar!-.

-No creo poder hacerlo yo, tendrás que hacerlo tú, entra en estado Bersek y derríbale, solo tienes que concentrar toda tú fuera en el pecho y cuando estés listo, la energía fluirá sola-.

-¡Hecho!- Junté mis manos en el pecho y comencé a concentrar mi energía ahí.- ¡BERSEK!- Una nube blanca se emanaba de mi torso dejando fluir todo mi potencial.

-¡Sven hazlo ahora!-. Brinqué y empecé a golpear a Gordox con todas mis fuerzas hasta hacerlo caer, al parecer este ya conocía nuestros planes ya que cuando era derribado se levantaba y seguía en combate. - ¡Sven, tienes que dejarlo en el suelo, golpea el yelmo!-. Golpee el yelmo con todas mis fuerzas hasta destruir parte de él, Gordox cayó de nuevo al centro de la ciudad donde se había generado un hueco gracias a los rayos que había lanzado con anterioridad.

-¡Matt ahora!-.

-¡MAHMA!- Matt llenó de magma el agujero haciendo que este la armadura se comenzara a derretir poco a poco.

-¡Matt funciona!-. Enfunde mi Katana y saqué mi bereta cargada y apunté directo a la cabeza de Gordox dispuesto a destruirlo y no dejar evidencia de lo sucedido.

-¡Esto no nos va a detener, no soy el único caballero que habréis que derrotar, aun hay más y pronto todos los demony gobernarán no solo este reino, sino también la tierra!-

-¡Cállate!- Matt disparó con el arma de Cruz en la cabeza de Gordox haciendo que este por fin muriera.- Sven tenemos que ayudar a Cruz ahora si no hacemos nada ya no habrá vuelta atrás, tenemos que generarle unos nuevos bazos o ponerle unas prótesis mágicas, el sentirá que son sus brazos, pero no servirán tan bien como unos verdaderos, es hora de actuar-.
Matt tenía razón en cuanto ayudar a Cruz, no obstante no sabíamos que hacer ante una situación como esa, lo único que pasaba por mi mente en ese momento es que mi mejor amigo estaba perdiendo sus brazos poco a poco y lo único que podía hacer era hacer todo lo que Matt me indicara. 

jueves, 18 de agosto de 2011

Capitulo 20: Relámpagos




 - Matt… ¿Es normal que en tu pueblo haya una nube gris en el cielo?-. Cruz se sobó los hombros tratando de acomodárselos mientras le daba las manos a Matt para que se levantara.

-No…no es normal, algo anda mal aquí-. Matt alzó la mirada y buscó el origen de las nubes grises. -¡Cuidado!- Un Gran relámpago golpeó el lugar donde nos encontrábamos parados.

-¡Matt ven acá!-. Corrí a cargar a Matt para sacarlo del área de riesgo y ponerlo en un lugar a salvo.- ¡Cruz, trae tus nalgas hasta aquí y trata de no morir!-.

-¡A la orden hermano!-.  Otro relámpago calló cerca de donde se encontraba Cruz derribándolo mientras corría hacia nosotros dejándolo en el suelo, indefenso y mal herido.

-Rayos…Matt quédate aquí y cúbrete mientras voy por Cruz-.

-¡Tened cuidado!-

Corrí lo más rápido que pude para alcanzar a Cruz y llevarlo a donde se encontraba Matt y dejarlo a salvo también.

-¡Cruz!, ¿estás bien viejo?-. Cruz se encontraba tirado boca abajo con su brazo derecho roto. -Tranquilo Cruz te voy a sacar de aquí-. Cruz solo gemía del dolor y asentía débilmente con su cabeza. -¡Imbécil te dije que tuvieras cuidado!-.

Senté a Cruz a un lado de Matt y trate de componer su brazo. - ¡Restit…!-. Otro Relámpago impactó en el centro dejando ver una silueta a lo lejos entre la neblina de tierra que había ocasionado este.

-Sven…mira, ¿quién es él?-. Matt apuntó con la mirada a un caballero que se desprendía de la neblina.

-A decir por la forma en la que está blandiendo su espada hacia nosotros yo creo que no es nuestro aliado, quédate aquí, yo iré a ver quién es y qué es lo que quiere-.

-De acuerdo, yo cuidaré a Cruz mientras tanto-.

Caminé al centro del pueblo donde estaba parado aquel oscuro caballero, su armadura era celtica, hecha de metal, al parecer forjada a mano, tenía grabados de oro en los guantes y en las calzas, la espada era de doble filo y su escudo tenía el mismo grabado que las creaturas que había mandado Lucifer para tratar de detenernos.

-¿Quién eres y porqué perturbas estas tierras?-.

-Mi nombre es Gordox, dios de los relámpagos y campeón de los cielos, he sido enviado para detener la herejía en contra del señor de los cielos, Dios me ha enviado a detenerlos y en caso de reusarse, matarlos-. Gordox alzó su espada tomando su postura de defensa en caso de que lo atacara.

-No me importa quién te haya enviado, nosotros hemos tomado una decisión y no pararemos hasta encontrar la forma de vencer a la muerte, tu amo sabe el porqué estamos haciendo esto y algún día nos perdonará, no obstante tengo que admitir que tu historia fue muy convincente, pero, el emblema que portas en tu escudo es signo de que sirves a otro amo y quien sirve a dos amo a uno defraudará, así que elije caballero, ¿De qué lado estás?-.

-eres más listo de lo que pensaba, no es fácil engañar a aquellos que han sobrevivido al ataque de un vallado de ángeles o a las más viles creaturas del infierno, sin embargo mi fuerza y poderes no se comparan a cualquier otra cosa que hayáis visto antes, prepárate a ser enjuiciado por el máximo rey de los cielos y amo de los relámpagos-.

Gordox comenzó a reír y se elevó en los cielos para lanzarme relámpagos y comenzar nuestra batalla.

-Déjamela a mí…- Cruz y Matt estaban a mis espaldas sin que yo me diera cuenta del acto.

-¡Cruz! ¿Estás loco?, tienes roto un brazo, ¿Qué te hace pensar que podrás ganar?-. La preocupación por mi compañero crecía por el temor a que me contestara una estupidez.

-¡Se que lo haré porque soy un Belmont y a esto me dedico!-. Una excelente respuesta empleada en un mal momento, Cruz se abalanzó disparando a una mano al caballero que yacía en el cielo.

-¡Pequeño humano!, ¿en verdad crees que el armamento humano me podrá hacer algo?-.

-¡Cruz! El tiene razón, no hay forma de que las balas humanas penetren las armaduras forjadas mágicamente, ¡Tienes que salir de ahí!-.

-¡Decisión equivocada humano estúpido!-. Gordox lanzó un par de relámpagos a los brazos de Cruz haciendo que estos estallaran dejando solo parte de los huesos.

-¡AHW!-. Cruz lanzó un grito de desesperación y dolor por la explosión.

-¡CRUZ!-. Matt exclamó al aire cuando este cayó al suelo.- ¡Es mi turno!-.

-Matt no lo hagas, hay que encontrar su punto débil y des…-.

-¡Calla!, Ustedes salvaron la vida de mi pueblo, cumpliste la última voluntad de mi padre, estoy en deuda de vida con vosotros, si he de morir será en batalla, será protegiendo a los guerreros que han dado su vida por proteger la mía, os agradezco su ayuda, pero ahora debe cuidar a Cruz, yo me encargaré de derrotarle-. Matt estaba cegado por la ira, podía sentir el poder que encerraba en su interior, era un poder colosal a punto de estallar.

-Matt… si esa es tu decisión tan mucho cuidado y no te dejes cegar por la ira.

-Humanos insensatos, ¿no os habéis dado cuenta a lo que se enfrentan?, no hay forma de que ganen-.

-Puede que seamos humanos, puede que seamos insensatos, pero tenemos algo que los demonios o los ángeles o incluso un dios no tiene, tenemos el poder de la magia-.

-Ammm…Matt eso sonó de película, solo trata de que no te mate por favor.

-Es hora de que conozcas al hechicero más grande que ha habitado estas tierras-

-Adelante, que comience la diversión, me encanta divertirme con mis adversarios, vamos ataca tu primero, te daré la oportunidad de que empieces antes de que termines como tu amigo-.

-Te arrepentirás de haber dicho eso-.

No confiaba del todo en Matt pero estaba seguro de que no moriría, ya que había algo en sus ojos que no había notado antes… tenia esperanza 

lunes, 15 de agosto de 2011

Capitulo 19: De regreso a la realidad



Después de bañarme en bilis de rana, Cruz optó por subir a la superficie a buscar los documentos entre las cenizas de la cabaña de Rastir, mis esperanzas de estar junto con Jesica una vez más se agrandaban con la pequeña posibilidad de que, quizás tan solo quizás pudiera tenerla conmigo.

-Sven, ¿te puedo hacer una pregunta?-

-¿Qué sucede Matt?- Matt habló en un tono muy calmado, como si algo le preocupara, o si algo lo anonadara.

-No lo tomes a mal, pero… ¿Por qué tanto interés en traer de la muerte a Jesica?-

-¡Eso es fácil hermano!, ella le pateo el trasero una noche, salieron a cenar y se dieron cuenta de que eran el uno para el otro- Cruz hizo una burla a la situación como siempre, pero tenía un poco de razón.
Después de demostrarme que era una buena combatiente, me atrapó con su forma de ser, simplemente era hermosa, en todos los aspectos, inteligente, atlética y muy ágil, cualquier persona podría decir que por las habilidades que ella poseía seria una chica que anduviera en malos pasos… y si, en un principio me trató de asaltar y llevarse mi dinero, pero la verdad es que ella viene de una familia no pobre, pero tampoco rica, una chica promedio como cualquier otra, lo único que la diferenciaba era que, es una noche de suerte había derrotado a un demonio sin que ella lo supiera.

-No le prestes atención Matt, solo tiene la mitad de razón- Traté de evadir la pregunta para no indagar en mis sentimiento, sentí que si decía algo más los sentimientos se me pondrían a flor de piel.

-Pero no has respondido a mi pregunta Sven, ¿Por qué tanto interés por ella?, dispensa mi curiosidad pero no se me hace lógico, ella es un demonio, tu lo eras, después te convertiste en ángel, y aun así estando en la gloria con lo que sea que manda en el cielo, te revelaste solo para estar con ella, ¿Porqué?-

-Eso también es fácil, eso es porque Sven es un pe…- Callé a Cruz con mis palabras antes de que él pudiera terminar las suyas.

-Es porque la amo, para el amor no existen imposibles, y no iba a dejar que nada ni nadie me dijera como tenía que vivir mis sentimientos, es extraño, ya que casi nunca tuve sentimientos en el pasado-.

Esa era la cruda verdad, no había truco ni secreto, simplemente estaba enamorado de Jesica, había algo que me atraía cual vil imán.

-¡Claro!, ¿recuerdas lo torpe que te habías hecho mientras estabas enamorado de ella?-.

-¿A qué te refieres?-. Preguntó Matt como si no supiera de qué hablaba.

-¡Sí!, era la habilidad misma en persona, había veces en las que se confundía al hablar con clientes extranjeros, decía cosas que ni al caso-.

-Caya y camina Cruz-. Le di una palmada en el hombro y seguí caminando junto con Matt

-Asombroso, espero que podamos encontrar algo que la traiga del reino de las tinieblas, puedes contar conmigo-. Matt puso su mano en mi espalda como señal de confianza.

Salimos de la burbuja que protegía a la ciudad submarina para nadar hacia la superficie, algo que no fue muy inteligente ya que no aguantaríamos menos de 1 minuto bajo la presión del agua, y mucho menos tendríamos el oxigeno suficiente para nadar 30 kilómetros hacia la superficie. Regresamos a la cuidad y Cruz dijo lo más inteligente que jamás pude haber imaginado.

-Necesitamos un cañón para llegar allí arriba-

-¡Valla!, primera vez que no dices una estupidez Cruz, muy bien-. También hizo una pregunta que  me puso a pensar.

-Si la distancia entre la ciudad y el pueblo es muy larga… ¿Cómo carajo llegamos aquí tan rápido?-

-Cruz estás haciendo muchas preguntas inteligentes, ¿te sientes bien?-.

-¿Acaso me llamas estúpido?-. Cruz apretó los puños y frunció el seño mientras me tomaba de la ropa.

-¡SÍ!, y sabes que solo juego hermano, pero tu pregunta es muy buena, ahora tranquilízate y déjame pensar-. Quité las manos de Cruz y sabia que debía existir una palabra en latín que nos expulsara a la superficie.

-¡Matt! ¿Conoces algo que nos pueda llevar a la superficie?- Cruz continuaba haciendo preguntas muy cercanas a lo que lo yo pensaba, ya que yo iba a preguntar lo mismo, cosa un poco extraña, así que decidí hacer una prueba.

-¡Cruz!, ¿Estás pensando lo mismo que yo?-.

-Sí estas pensando en que una creatura marina capaz de nadar lo suficiente rápido para llevarnos, mientras unas sirenas bailan tubo en su lomo y nosotros tocamos guitarra y Matt nos graba… entonces sí-. La respuesta confirmaba que seguía siendo el Cruz idiota que conocía y que tanto quería como hermano.

-Cruz ¿Qué chingados tienes en la cabeza?, Ok… hay tres fallas con tu idea, las sirenas no pueden bailar tubo… no tienen piernas, las cámaras no funcionan bajo el agua y ¿de donde íbamos a sacar guitarras?- Me reí al saber que seguía siendo él y repetí la pregunta que le había hecho a Matt.

- Existe algo llamado “Exfodio”, pero no sé si funcione, trata de hacer la prueba conmigo-. Cruz se puso enfrente de Matt y me pidió hacer la prueba con el ya que había arruinado su sueño de montar una creatura marina mientras las sirenas bailaban en el lomo y el tocaba la guitarra, para él sería algo igual de excitante.

-¿Listo Cruz?-.

-¡Listo!-. Cruz optó una posición defensiva y se preparó para lo que sea que le hiciera el hechizo.

-¡Exfodio!-.

-¡Esto tiene que ser increíble!...-. Cruz salió disparado de la burbuja de la ciudadela alejándolo de de ambos.

-¿Estás listo Matt?-.

-Claro… lanza-.

-¡Exfodio!-. Matt fue disparado al igual que Cruz, ahora era mi turno.

-¡OH mierda!, ahora… ¿quién me dispara a la superficie?-. Apunté mis manos al suelo y con temor pronuncie las palabras. –Exfo… ¡Exfodio!-.

Sentí como el agua terminaba en cierto punto, podía sentir el viento en mi cuerpo, hasta que caí y me fracturé un hueso en mi espalda.

-¡AHW, CARAJO!-.
-¿También te rompiste un hueso?-.

-¿Cruz?, ¿Dónde estás viejo?-. La espalda me dolía mucho como para pararme a buscar a Cruz así que me quedé recostado y esperé a que Matt llegara en nuestro auxilio. -¿Dónde está Matt?-.

-Aquí, pero yo también me he lastimado, trata de conjurar “Restituo”, eso puede que nos ayude-.

-¡Restituo!-. Sentí como los huesos de mi espalda se acomodaban desde el coxis hasta el atlas-. ¡Gracias Matt esto funciona, ya los ayudo!-. Puse mis manos en cada uno de ellos y pronuncie las mismas palabras para ayudar a mis compañeros.
-Gracias hermano ahora a buscar esos papeles-.

domingo, 7 de agosto de 2011

Capitulo 18: Reyes… ¿De dónde?



Las creaturas nos atendían con mucha sumisión, como si no les agradara el hecho de que les hayamos ganado a sus tropas, claro no es que alguien festeje cuando un invasor llega a matar a la mitad de tu pueblo, es como que alguien grite “!EH, PERDIMOS!” cuando el equipo en el que juegas es derrotado.

-¿Qué es lo que queréis?- Matt lanzó la pregunta con mucha seguridad como siempre mientras Cruz admiraba lo grande que ere el palacio en el que habíamos entrado desde que la gran rana nos había conducido por los pasillos de la cueva.

-Solo queremos que seáis nuestros nuevos gobernantes-.

-¡Asombroso, siempre quise ser político!-. Cruz hacia una de sus malas bromas como siempre, sin darse cuenta que el gran jefe lo veía con malos ojos.

-No solo serán políticos, serán dueños de todos nuestros terrenos, nuestro ejército,  serán los eternos gobernantes de estas tierras.

- y… ¿Qué quieres a cambio?-. Tanto poder y señorío no podían ser gratis sabía que tenía un truco, no podía ser tan fácil, a menos que fueran muy estúpidos.

-Me alegra que preguntara eso, mis peticiones son sencillas, solo deseo poseer el collar que lleva puesto joven conquistador-.

-Ammm… ¡No!, no pienso darle esto, y menos a una rana inútil-.

-¡ESCUCHAME PEQUEÑA!… Pequeña persona humana, mi intensión no es mala, solo es como una muestra hacia nuestra gente, solo quieren una pequeña esperanza, y ese collar tiene el poder para darles lo que necesita, solo dénmelo y les garantizo que este pueblo les servirá-.

-¿Qué dicen? ¿Se lo doy?-. No esperaba que Cruz me diera una respuesta inteligente hasta que se atrevió a abrir la boca para contestar-.

-¿Acaso perdiste el juicio?, Yo no voy mandar a un montón de renacuajos, mejor los aniquilamos y aun así conquistamos-.

-Por primera vez estoy de acuerdo con Cruz, Sven esto no tiene buena espina, no creo que cumpla su palabra-.

Ambos tenían razón, pero insistente la rana pronunció las palabras que mis amigos temían escuchar.

-¿Es que acaso no quieres ver una vez más a Jesica?-.

-¡Mierda!-. Cruz y Matt pronunciaron la palabra al mismo tiempo, sujetándome las manos para que no fuera a tomar una mala decisión.

-¡Suéltenme!-. Lancé a Matt y a Cruz por los aires, ambos salieron proyectados a unos 13 metros de distancia, afortunadamente, ninguno resultó herido.

-¡Aún me pregunto cómo carajo haces eso!- Cruz corrió hacia mí y me tacleó, derribándome al suelo y quitándome el collar que me había dado Rastir. -¡Matt cógelo!-. El collar había volado por los aires y Matt se lanzó para atraparlo en el aire.

-Sabe…a mi me impresiona que él pueda hacer eso con su armadura, parece jugador de football-. Empujé a Cruz fuera de mí y me dispuse a recuperar mi amuleto, era un lio, cada vez que me acercaba a Cruz para recuperarlo este se lo lanzaba a Matt y viceversa parecía juego de niños. Recordé una vez más lo que podía hacer con los poderes que me había legado Rastir y trate de detener el juego.

-¡Coniunctio!- Una cuerda gruesa ató a Matt para inmovilizarlo y así  lograr recuperar mi amuleto.

El amuleto se disparó al aire y me propuse a agarrarlo en cuanto callera. –Un momento… Si pude atar a Matt sin necesidad del collar esto ya no me sirve-. Lancé el objeto al parecer inservible a los pies de la gran rana, una vez más otro error mío al no saber de lo que era capaz de hacer aquella rana con el poder que aun desconocía.

-¡Muchacho estúpido, no sabes lo que acabas de hacer!-. La gran rana colgó el collar en su cuello haciéndola crecer a una velocidad extraordinaria, se convulsionaba y empezaban a brotar pústulas de las cuelas caía un liquido asqueroso que empezaba a derretir el suelo.

-Cuidado con esas pústulas chicos-.

-¡Sven, grandísimo idiota, ¿vez lo que provocas?, ahora hay que destruirlo-.

-¡No, puede ser peligroso, tened precaución!-. Matt desenfundó su espada y se puso en guardia en caso de poder hacer algo.

-¿Porqué no se ha detenido? ¿Eso va a estallar?, ¡Cúbranse!-. La creatura no paraba de crecer, las pústulas estaban creando una lluvia acida, evitando que pudiéramos hacer algo.

-¡Sven, ¿Tienes alguna idea?!-. Cruz se cubría junto con Matt en una piedra, estaban desesperados, lo único que querían era salir de ahí.

-¡Oh!, ¡Claro que la tengo!-. Me puse a descubierto y alcé la mirada hacia la barriga de la gran rana. -¡Implosion!-. La creatura estallo en mil pedazos haciendo que reventaran las pústulas creando una sala mortal por los residuos. -¡Oh, Mierda!- Una gran cantidad de líquido asqueroso se disparó hacia mí poniéndome en peligro. Lo que al parecer había sido la voz de Rastir lo que me había salvado volvió a susurrar en mi oído lo que parecía mi salvación una vez más. -¡Koruma!-. Una pequeña burbuja salió de mis manos cubriéndome de lo maligno de las pústulas, no obstante aun así terminé cubierto de aquel líquido asqueroso.

-¡Sven!-. Cruz gritó de preocupación al ver que estaba cubierto del líquido asqueroso.

-¡Tranquilo viejo estoy bien!-.

-Yo lo sé viejo, solo te iba a decir si querías ancas de rana para cenar-.

-Deja de hacerte el gracioso y vámonos de aquí-.

-¡Espera!, mira lo que se te olvida-. Cruz se agachó a recoger el dije que nos había causado problemas. -¿No lo vas a querer?, ¡Bueno!-. Cruz se puso el dije y no notamos diferencia en el, excepto tal vez que necesitaba rasurarse.

-Es hora de salir de aquí, vamos-.
-¿Y ahora que es lo que planeas hacer?-.

-Seguiré buscando la forma de traer a Jesica conmigo, Matt creo que es hora de pagar por la ayuda que te dimos con tu pueblo-.

-Con mucho gusto te la daría, pero habéis quemado la cabaña de mi padre, el tenia en su caballa unos mapas donde había un artefacto con el que tal vez, solo tal vez pudieramos traerla de vuelta, solo que ya no hay nada-.

-Aun no está todo perdido, vamos a la superficie, puede que podamos descubrir algo-.

miércoles, 3 de agosto de 2011

Capitulo 17: El ojo de plata



-¡Levántate huevon, tenemos cosas que hacer!- Cruz me levantó del suelo y me dio un abrazo. - ¡Ahora apresúrate ponte esto y en marcha, hay cosas que hacer!-. Cruz puso en mis manos una coraza muy pesada mientras reía por verme soportar el peso con mucho esfuerzo.

-¿De que está hecha esta cosa?- De escamas de hidra, es un material muy ligero, resistente y solo la puede cargar quien la haya matado, de otro modo se partiría en 2 al tratar de cargarla-.

-¿Y porqué madres me la pones en las manos?, ¡AHW!-.

-Se supone que ni siquiera podrías cargarla, te hubieras caído con ella, es increíble que puedas alzarla-.

-Espera un momento…-. Matt se me acercó y me puso una mano en la cabeza. – ¡Mi padre te ha legado sus poderes!, se me había olvidado, es increíble, te necesito enseñar  cómo controlarlos-.

Una bandada de seres marinos salía de las pequeñas cuevas de la ciudadela rodeándonos poco a poco, eran una especie de ranas, portaban un tridente de oro y vestían un taparrabos color café.

-¡Matt es hora de que me enseñes a controlar mis poderes!-.

-¡Toma, ponte eso y podrás hablar latín, la mayoría de los hechizos están en latín, solo di palabras clave y podrás convocar lo que quieras, ponlo en el dije que te dio mi padre!-. Matt me arrojó un objeto circular, era una pequeña piedra de plata.

-¿Dónde lo pongo?-.

-¡Debe tener una ranura en el!-.

El dije que me había dado el elfo, tenía una abertura en el centro de este, lo metí a presión y no sentí cambio alguno.

-¡Matt, curae, move!-. Las palabras fluían por si solas, era mejor que asistir al instituto. Matt reacciono y se puso en guardia de combate, tiré la coraza de Cruz y me puse en guardia para combatir a las creaturas junto a ellos 2.

-¿i am usu corticis Cruz?- creí preguntarle a Cruz desde cuando había empezado a utilizar coraza, sin embargo Matt me dijo que le había hablado algo sobre la experiencia.

Las creaturas se tornaban hostiles y comenzaban a atacarnos con sus tridentes, saltaban y alertaban a más de ellos creando así un pequeño ejército de renacuajos contra 3 personas.

-¡Parece que es hora de jugar ejército de 3!-. Cruz y Matt se lanzaron al ataque partiendo ranas a la mitad con las espadas que ambos blandían, cosa rara ya que jamás había visto a Cruz manejar una espada y menos con tal grandeza como lo hacia esa vez.

-¡Matt cubre mi espalda!- Lo hacía bien, no pensé que en tan solo 5 horas que había esto ocupado destruyendo a Leviatán y tratando de salvar a Rastir Cruz tuviese la oportunidad de entrenar con un maestro de la esgrima como lo era Matt.

Las creaturas se acercaban cada vez más a mí, recordé lo que me había dicho Matt y empecé a lanzar palabras esperando que fueran palabras clave para un poderoso hechizo.

-¡Projectilis!- un proyectil dimanó de mi mano haciendo que las ranas flotaran fuera de la burbuja que protegía a la ciudadela. – ¡Esto es increíble!, ¡Hey ya puedo hablar español de nuevo!-. Sabía lo que podía hacer, ahora conocía mis poderes, sabía lo capaz que era para destruir a esas creaturas. – ¡Es hora se cocinar!-. La adrenalina corría por mis venas, tenía que seguir experimentando.

-¡Sven, danos una mano por aquí!-. Esas palabras fueron como música para mis oídos, tome mi Eagle .45 y disparé hacia las ranas que atacaban a mis amigos y sabia que podía hacer algo mejor. -¡Impregnatae Ignis!- Las balas salían impregnadas en fuego, haciendo aun más divertido el matar a las ranas.

-¡Gracias hermano!-. Cruz seguía partiendo a las creaturas que parecían no tener fin, cada segundo que transcurría nos superaban en número.

-Parece que no quieren entender eh… bueno es hora de cosas más divertidas aun-. Más renacuajos aparecían atacándonos con ira y dolo. – ¡Implosion! -. Las pequeñas creaturas verdes explotaban de adentro hacia afuera, era gracioso, muchas partes de rana salían disparadas por los aires esparciéndose en la tierra.

-¡Deteneros!-. Una gran rana gritó en lo alto de una piedra advirtiendo a su gente que sería peligroso continuar la batalla. – ¡Es suficiente, han demostrado que son grandes guerreros, por favor acompañaros a recibir lo que es merecido!-.

Todas las ranas se postraban ante nuestros pies, se arrodillaban y dejaban sus tridentes en el suelo, en señal de respeto, indicaban que no nos harían daño si los seguíamos. La gran rana nos condujo a una cueva húmeda donde alagaba nuestras habilidades en combate.

-¿De qué tierras nos visitan forasteros?, díganos ¿De quién es el reino que nos ha conquistado?-.

-¿Conquistado?, esto no me gusta viejo-.

-Tranquilo Cruz… encontraremos una forma de salir de esto-.

-No lo creo Sven, el este reino las cosas son diferentes, una vez que te han marcado como un líder, jefe o conquistador ya no hay vuelta atrás-.

-No lo creo solamente es cosa de dialogar y si no quieren entender, simplemente le haremos volar por los aires como lo hemos estado haciendo todo este tiempo-.

-Yo opto por la segunda opción, es más rápida y no hay necesitar de tratar a estas cosas-.

-¿Qué te pasa hermano?, no me hagas ponerte una bala en la cabeza, por tu actitud podría decir que eres un merodeador, dime que eres tu-.

-¡Sí! Soy yo, solo que este tipo de creaturas no me dan buena espina, es solo eso-.

-No os preocupéis, solo quieren daros una prueba de que sois dueños de estas tierras, es más esto nos puede ayudar en el momento que tengamos que regresar a su reino a luchar contra Dios y Lucifer, ese tiempo se acerca, lo puedo sentir, de todos modos tenemos que regresar a matar a Behemont, ye hemos derrotado a Leviatán, así que debe ser más fácil ya que estos dos mantenían una relación mítica, se dice que al matar a uno de los dos, el otro se debilitaría a tal grado de poder matarlo con un arma común, así que es mejor que los conservemos como aliados-.

-Matt tiene razón, es mejor hacer aliados, además ¿qué tan malo puede ser rey de unas tierras?-. Sabía que en un momento u otro me arrepentiría de mis palabras

martes, 2 de agosto de 2011

Capitulo 16: Descubrimiento, recuerdos y lastimas



Dejé a Rastir en el suelo y lo cubrí con una manta blanca esperando que su alma pudiera descansar en paz, recordando las buenas obras que hizo para ayudar a su pueblo.

-Descansa en paz amigo- Levante mi cara y logre ver algo parecido a un escritorio, me acerqué a la mesa y logré notar un grabado en el filo de la mesa “Ignis”.

-“Ignis”, que es lo que…- En mi mente corrió un pensamiento intenso, profundo, me incitaba a pronunciar las palabras como si se tratara de algo increíble. -¡Ignis!- Una llamarada salió en el centro de la cabaña expandiéndose rápidamente por todas parte.

 -¡Mierda!- no había salida, las puertas estaban bloqueadas, y el fuego empezaba a intensificarse a cada segundo que pasaba. El techo tenía otro grabado que decía “augmentum”, tenía que decirlo, parecía que era algo para contrarrestarlo.

- ¡Augmentum! - las llamas tomaban mayor tamaño y volubilidad. - ¡Con una chingada! – ya no trate de apagar las llamas, la estructura se estaba derrumbando, había un hueco en la pared por el cual logré escapar.

 – Lo siento señor Rastir no era mi intensión incinerarlo…al menos no ahora-  una gran cortina de humo era expedida de la cabaña del viejo elfo.



 Logre notar que la entrada de la cabaña había una insignia que tenía otro grabado, no obstante traté de abstenerme a decir la palabra. - ¡Ni madres, ni madres! ¡No lo voy a decir!- Supe que tenía una fuerza de voluntad por los suelos cuando pronuncié las palabras por impulso.

-¡Fragor!- Una explosión me destruyó la cabaña del elfo haciéndola volar por los aires. -¡Puta madre!- Me sentía tan inútil por no saber cómo controlar los nuevos poderes que me había legado Rastir.

Asustado por mis nuevos poderes corrí al agua y me lancé a ella, amanecía y pensé poder observar algo gracias a la luz solar, mis esfuerzos fueron en vano ya que seguía sin poder observar más que sombras, una vez más dos palabras invadían y rebotaban en mi mente eran dos palabras muy claras, “lux y otium”, sabía que iban a hacer volar algo, pero la curiosidad me inducia a pronunciar las palabras.

-Mierda, no puedo creer que vaya a hacer esto, ¡Lux! ¡Otium!. – Las palabras hicieron que pudiera respirar y ver abajo del agua, ya no me sentía tan inútil después de haber logrado eso. A lo lejos había una ciudadela, Otra vez me sorprendía la belleza del cuarto reino.

-Genial, miles de años y millones de idiotas buscando la Atlántida sin resultado alguno y yo el encuentro después de hacer explotar un pueblo, ahora entiendo a los políticos- lancé una risilla en el agua y vi volar muchas burbujas mientras aun me dirigía a la ciudadela.

Entré en lo que parecía una capsula de aire, ya no necesitaba los hechizos que había lanzado, lástima que no sabía cómo quitar el efecto que tenían sobre mí.

-¡Hey Sven apaga las luces! – Una voz conocida me hizo girar toda mi atención a buscar de donde provenía.

-¿Nos estas buscando?, ¡estamos más cerca de lo que crees!-.

-¿Dónde estás? ¿Quién eres?... ¿Matt? ¿Cruz? - La voz sonaba distorsionada y no podía darme cuenta de quién era la voz realmente.

- ¿Verdaderamente no sabes quién soy?, te daré una pista, te patee el trasero cuando nos conocimos -.

- ¡CRUZ! ¡Cabronazo de de jugar y dime dónde estás!- Nuevamente la voz sonó claramente e identifiqué de quien era en cuanto escuché una palabra que me había hecho recordar lo que estaba buscando, lo que verdaderamente necesitaba, mi motivo de vida.

- No cariño, soy yo, ¿Qué acaso ya no me recuerdas?, ¿Acaso he muerto para ti? ¿Hay alguien más?, ¡Porque te juro que le arranco la cabeza de una patada a la desgraciada que trate de quitarte de mi vida!-.

-¡No, no! Preciosa, créeme que he hecho lo imposible por buscar una forma de traerte a la vida-.

-No pierdas el tiempo ahora, no encontrarás nada sin ayuda, he visto como has peleado bravamente, he visto como has cuidado de Cruz y ahora has protegido también a Matt, estoy tan orgullosa de ti cariño-. La luz, comenzaba a materializarse en una figura de agua parecía un holograma, era increíble.

-Jesi… he anhelado tanto poder ver tu cara una vez más, escucharte, poder abrazarte y darte un beso-. Me acerqué a la figura de agua para darle un beso, mis ganas de esas acciones se desvanecieron cuando aquel acto de amor se convertía en una maldición. Mi energía se drenaba poco a poco, no me podía separar de la creatura, era mi fin, no podía escapar de ello.

-¡Suéltalo perra!-. Otra voz conocida había gritado antes de que callera inconsciente, eran Cruz y Matt, solo esperaba que ellos no fueran una mala broma de mi mente. Matt desenfundó su espada y partió a la mitad al ente que me estaba drenando la vida.

-¡Rayos hombre!, ¿Te encontráis bien?-.

-Sí, pero… ¡Ahw! ¡Carajo! Esa cosa me debilitó, no siento bien el cuerpo, me duele la cabeza y no puedo estirar mis brazos.

-¡Ya sé que tienes!, te vas a tener que comer esto pero no sabe bien ¿Vale?-.

-Sven, ¡galán hijo de perra!, estabas besando a un “Zuncubus”, ¿En qué estabas pensando? ¿Acaso quieres morir?-.

-Cruz... hermano me da gusto volver a verte, no saben lo que he pasado desde que se lanzaron al lago, Matt te tengo malas noticias, tu padre ha fallecido.

-Lo sé, pero no te preocupes murió como un gran consejero y por lo que me ha dicho aun no sabes controlar tus poderes, pero te agradece por haberlo incinerado, su sueño era morir quemado en su cabaña donde pasaba muchas horas estudiando hechizos de fuego y explosiones, nunca tuvo éxito pero al parecer tu si lo tuviste, eso demuestra que tienes potencial.

-Solo quiero saber dónde estamos y que es lo que pensaban al saltar de Leviatán-.

-Es una historia muy larga viejo, porque mientras allá arriba es 1 hora aquí  es un día-

-Pues tienen mucho que explicarme- Lo había logrado, estaba de nuevo con mi equipo, pero no podía sacarme de la cabeza que había estado cerca de Jesica, aunque fuera solo una ilusión.