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martes, 5 de julio de 2011

Capitulo 4: La chica



“Me miras…de cerca me miras, cada vez más de cerca, entonces jugamos al ciclope…” – ¡caya!, esas cosas no son más que viles patrañas, ya te dije que no son más que basura, lo único que saben hacer es romperte el corazón – Dije mientras bajaba mi cerveza y daba un toque a mi cigarrillo - ¡Vamos hombre!, ¿Por qué madres las odias? – Exactamente por eso, por las madres - ¿Qué tienen las madres? – Son molestas y te tratan mal - ¿Y porque tanto odio hacia tu madre? – Pues no lo sé, déjame pensar… que te parece que ¡TE TRATEN COMO BASURA Y MATE A LA CHICA CON LA QUE SALIAS! – ¿tenias novia? – empecé a salir con una chica y la desgraciada de mi madre la mató - ¿Por qué? – Porque ella quería que fuera el demonio asesino perfecto y no quería que me distrajera y la verdad yo quería estar con ella - ¡Wow!  Nunca pensé que un demonio pudiera amar – Si…yo también pensé lo mismo hasta que solo me día cuenta que no era mucho amor, ya que tenía unas semanas solamente – bueno yo te apoyo en todo hermano – gracias Cruz – Me quedé pensando en lo que había hecho mi madre y también lo que le haría cuando la encontrara - ¿Y cuál es el plan para hoy Cruz? – Pues por lo visto…películas, pizza y más cerveza, ¿Qué quieres ver? – Nada solo quiero terminarme el cigarrillo en la azotea…ahora bajo – Salí de la habitación y subí a mi recamara a terminar mi cigarrillo pensando en lo que había pasado en el último mes, por primera vez estaba haciendo lo correcto, jugando del lado correcto, aunque los pensamientos de maldad y la satisfacción que sentía al matar a alguien seguían latentes en mi cabeza “ No creo que sea bueno guardar rencor” me dije mientras le daba otro toque a mi cigarrillo y observaba las calles oscuras de la ciudad, era precioso, no había nada comparado como la tranquilidad de la noche…- ¡AUXILIO! – Sí a eso se le puede llamar tranquilidad – El grito provenía de una calle oscura y fría, donde las personas son fáciles de atacar - ¡AUXILIO! ¡NECESITO AYUDA! – La voz era de una mujer no tan grande ya que la voz aun era joven - ¡ALGUIEN PORFAVOR! – Salté de mi balcón a unos 30 metros del suelo y caí en la acera lastimándome el tobillo – ¡Mierda! ¿En que estabas pensando Sven? – Corrí a la calle oscura y siniestra de donde provenían los gritos dispuesto a resolver la causa de los gritos - ¿Hay alguien aquí?, ¡HOLA! – una fuerte patada impactó en mi cara derribándome y dejándome inconsciente - ¡Hola!...idiota – la chica carcajeaba mientras me revisaba y me ataba con una soga – ¿No eres una persona muy lista verdad?, en esta ciudad las mujeres son capaces de defenderse solas, no hay necesidad de salvarles la vida – y ¿Por qué pedias auxilio? – Murmuré mientras la cabeza me daba vueltas y sentía un agudo dolor en la cabeza – para llamar la atención de algún idiota para robarle su dinero…y su vida – La chica tomo mi arma y me disparó en un costado y empezó a correr al final del callejón tratando de huir – Oh no ¡No lo harás! – Rompí la soga con la fuerza de mis manos y desenfundé mi Katana para pagarle con la misma moneda - ¿Qué carajo?... ¿Por qué no has muerto? – Me empezó a disparar hasta vaciarme el cargador mientras yo partía las balas a la mitad – Te metiste con el idiota equivocado – las balas se habían terminado cuando estaba a unos pocos metros de distancia, así que ella optó por luchar mano a mano – ¡Aun así te voy a destruir idiota! – le chica lanzaba golpes mu certeros y bien proporcionados a áreas sensibles del cuerpo humano, parecía que sabía lo que hacía – No peleas mal – Mantuve mi rango de defensa alto y continuo para no dejarme herir más – Tú también eres bueno – Gracias – Dije mientras seguía esquivando golpes - ¿Dónde aprendiste a pelear? – Un amigo me enseño…Y ¿Tú? – una mujer necesita saber defenderse – Pero esto no es defenderse… ¡es pelear! – La tomé de un puño y la giré para detener por definitivo sus golpes – Bien…Me tienes acorralada, ahora ¿Qué piensas hacer? – eres hábil, mala y me has aguatado la pelea...te voy a invitar a cenar – Dije mientas aun tenía fuerzas suficientes para hacerlo – No gracias, prefiero cenar sola – La chica se liberó de mi llave y me metió una buena patada en la cabeza una vez más – Me gustó tener esta conversación y…también un poco de tu dinero, hasta luego – me levanté mientras ella se alejaba por la oscura calle – Wow…que…mujer – Sonreí mientras volteaba la vista para notar que Cruz estaba en la entrada del callejón y le daba un trago a su cerveza – Esa si es una mujer – claro que lo es y por primera vez me siento bien sabiendo que una chica me pateó el trasero – Naaaa es solo porque te gustó la chica – Sea lo que haya sido peleaba muy bien para ser una mujer común y corriente, debemos investigar a que se dedica – Yo paso hermano, estoy cansado, pero si quieres saber qué es lo que ella hace…toma las llaves de mi motocicleta – Me arrojó las llaves de una ducati mientras se iba de regreso al local - ¿Por qué me las das? – digamos que me sentir bien, solo déjalo así – Tenia que investigar lo que hacia la chica y de donde provenía esa habilidad con las artes marciales, aparte de eso, sentía un pequeño dolor en el estomago “Sabia que no debí haber cenado un cigarro y una cerveza” – No te hagas el tonto – Una voz sonó en mi oreja mientras conducía, era ella – ¿Cómo te has subido sin que yo lo notara cuando arranqué? – Porque acabo de subir – Me abrazó fuerte de la cintura y se recargó en mí – y ¿Por qué me abrazas? – Como paga por dejarte golpeado en una calle oscura – interesante y a todo esto ¿cómo te llamas? – Jesica Villaseñor…y ¿Tu? –…….Sven Belmont – Bien Sven…llévame a cenar tengo algo de hambre.

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