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lunes, 4 de julio de 2011

Capitulo 3: La primer bestia



Ha pasado un mes desde nuestro encuentro con Dios, es raro saber que ahora trabajas para salvar al mundo del mal sin ninguna recompensa  a cambio, “aunque cuando yo era demonio luchaba para que la tierra prevaleciera”,  así que no habría mucha diferencia.

- Sven es hora de despertar hermano – replicaba Cruz mientras me daba un manotazo en el pecho para que me levantara de la cama – Ya voy, ya voy, ¿qué hay de desayunar? – Pregunté mientas me levantaba de la cama y buscaba una playera que me cubriera el torso – Sabes, me he preguntado muchas veces como es que estás tan delgado pero muy bien marcado... – sonreía mientras mostraba su mayor musculatura – Aprende a mí, yo estoy más grande que tu y también tengo una buena musculatura…- Pero tu usas esteroides – muy gracioso señor tripa, ahora bajemos a desayunar – y a todo esto no me has contestado – pues el servicio exclusivo de asesino a sueldo te ofrece una variedad de variados sabores iniciando con una pasta del numero 2 acompañado de un rico crujiente de cerdo bañado en salsa esmeralda y un delicioso brebaje creado con fruta de la pasión. – me sorprendía escuchare que era lo que íbamos a desayunar se escuchaba delicioso – ¡Increíble!  ¿Y que es todo eso? ¿De dónde lo sacaste? – es solo sopa de codo, chicharrón en salsa verde y agua de fresa – carcajeábamos de risa mientras bajábamos a la cocina a desayunar para un día más sin dinero ya que el no trabajar por gusto asesinando a personas nos había dejado sin dinero, “Pero…Dios preverá… ¿no?” me decía a la mente hasta que la duda desaparecía con el hambre y me sentaba a comer – Mira, alguien viene a la tienda – Dijo con un bocado aun en la boca – Al fin algo de trabajo – Suspiré lleno de alegría, habría dinero para comprar cerveza e ir a comprar verdadera comida y no las “Calamidades culinarias” de Cruz – Señores necesito su ayuda – Dijo el hombre al entrar a la tienda mientras aun daba grandes bocanadas de aire para recuperarse – hay que dejar de fumar amigo – Caya, que tu igual fumas – El hombre tenía una mirada pálida como si hubiese visto a un fantasma – en la bahía hay una bestia saliendo del mar, necesitamos que la destruyan, parece una obra de algún demonio o algo de las tinieblas - ¿Cómo sabes eso? – Porque un hombre está haciendo gestos y señales raras con una espada en la playa, aparte que está hablando en un lenguaje extraño – Bueno es hora de trabajar – dije mientras aun tragaba la comida con un sorbo de “Brebaje de futa de la pasión” – muy buena tu madre esa Cruz, muy buena – gracias – decía mientras tomaba una escopeta “silver sintetic”, una maravilla, mientras yo tomaba mi siempre confiable “Eagle .45”, era mi pequeño bebé, estaba tuneada de forma que pareciera un arma de colección, era cromada con detallas en latón y una alta potencia – Señores es hora de movernos – Dijo el hombre aun alterado por la situación –tranquilo… deja que los adultos se encarguen – dijo Cruz palpándole la espalda mientras lo sacaba del local – ah…mucho mejor y ahora que vamos a hacer – Pues por lo visto trabajar ya pagó – en la mesa había un fajo de billetes sostenido por una liga de hule – está bastante gordo y son grandes – dije mientras lo jugaba con la mano – Bueno pues a trabajar – subimos al auto y emprendimos el camino a la bahía – ¡Cruz!, sube a la capota y dime qué vez con los binoculares – es algo enorme, increíblemente enorme, si desde aquí se ve mal imagina como será en persona, esto va a ser increíble hermano ¡WOO-HOO! – grito con mucha euforia mientras entraba de nuevo al auto, al llegar a la playa notamos que ya no había nadie en ella, ya que la mayoría había sido entregada a sacrificio a la bestia – Cruz encárgate del sujeto que lo invoca, yo me encargo de la bestia enorme – Entendido – La bestia hacia honor a su nombre era un mounstro, tenía siete cabezas y diez cuernos, algo que me asombro fue que en sus diez cuernos tenía también diez diademas las cuales brillaban con mucha intensidad – Mierda… - me arrodillé y me puse a pensar en un plan para destruir a la bestia, no podía pasar con una lancha sería muy peligroso y no tenía algo que me acercara a ella ¿Qué es lo que haría Dios? ¿Dónde estaba cuando más lo necesitaba?, entonces recordé lo que nos había dicho a Cruz y a mí, “Clamad a mí y yo os responderé”, solo que no sabía cómo hacerlo, así que grité al cielo – ¡OYE DIOS! ¿Cómo CHINGADOS QUIERES QUE MATE A ESTA MAMADA CUANDO NISIQUIERA ME PUEDO HACERCAR A ELLA? – “Creo que esas no eran las palabras adecuadas” dije en mi cabeza mientras esperaba que algo pasara – Claro que no eran las palabras adecuadas y tampoco tenias que gritar a los cielos, solo tenias que preguntarme en tu mente como lo harás – Una voz sonó en mi interior tan claro como si estuviese una vez más con el – anda, camina sobre el agua y derrota a la bestia y no temáis que yo estoy con ustedes – Caminé con seguridad por las olas del mar hacia donde se encontraba el moustro a un kilometro de distancia de la playa, podía correr por el agua ¡Era un milagro!, Cruz me seguía de cerca corriendo a toda velocidad mientras yo enfocaba mi vista en la gras creatura – ¿Qué haces aquí Cruz?, ¿no tenias que estar matando al tipo que invoco esta cosa? - ¡Sí! ¡Y no fue difícil! ¡Solo tuve que girarlo y le metí la boquilla de mi escopeta en su boca y adiós cabeza!, ¡debiste verlo fue tan gracioso! – La bestia observaba que llevábamos armas para asesinarla así que comenzó a arrogar algo parecido al fuego de su boca - ¡Trata de que no te toquen o te mueres! - ¡No seas pendejo, obvio no me va a dar superpoderes Cruz! – La creatura no dejaba de arrojarnos fuego de la boca hasta que subimos a ella por su espalda y justo cuando estábamos en el centro de su cráneo empezó a tambalearse para tratar de tirarnos – Sven toma y dispárale en la cabeza mientras… - ¡CRUZ! – Cruz se caía de la cabeza hacia el agua de una forma casi en cámara lenta mientras la creatura abría sus fauces para devorarlo - ¡NO! – había devorado a mi compañero, no podía dejar las cosas así, tome el arma y con una rabia un placable le rompí pedazo del cráneo y le disparé justo en el cerebro – llegó tu fin pendeja – miles de pedazos volaron por los aires al igual que mucha sangre mientras la bestia caía al agua sumergiéndose en ella – Genial ahora me las tendré que ver yo solo contra una horda de no sé que pueda venir…- ¿Te olvidas de mi? – ¡Cruz! – una ola de alivio me inundó al ver que mi compañero no estaba muerto solo herido – valla esa cosa tenia dientes muy grandes mira el agujero que te hizo en la pierna - ¡SÍ! ¡Si los tenia!, solo que esto me lo hiciste tu imbécil al dispararle en el cerebro, ahora sácame de aquí e invítame una cerveza.

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