-Yo no tengo hermanos- dije al chico mientras
abría el despacho para meter a Cruz y dejarlo descansar un rato.
-Así que es cierto lo que dijo mamá, aun crees
que eres huérfano, no esperaba mucho de un demonio que ha estado demasiado
tiempo con los humanos, te has suavizado mucho, aún recuerdo cuando
practicábamos en los jardines de Garibaldi lanzándonos hechizos y teníamos
combates con armas hasta que uno partiera la espada del otro y continuáramos en
combates mano a mano- Beck cruzó sus brazos en señal de superioridad mientras
lanzaba una pequeña carcajada y me veía fijamente.
-Creo que te equivocas de persona, Yo soy
huérfano, nunca tuve familia, excepto un anciano oriental que me enseñó artes
marciales y me entrenó para ser lo que soy hoy en día, un asesino a sueldo- En
mi mente viajaban muchas cosas a una velocidad impresionante, si lo que Beck
era cierto tenía una oportunidad de traer a Jesi de regreso, no podía dejar que
él se diera cuanta que estaba intrigado por las palabras que emanaban por su
boca así que solo volteé la cabeza y abrí el departamento y metí a Cruz en su
cuarto.
-No creas que no sé lo que pasa por tu mente en
estos momentos, claro que hay una forma de traerla de vuelta, yo conozco esa
forma y es muy sencilla, ¡Vamos!, que no te dé miedo el preguntar- Beck estaba
recargado en las escaleras que llevaban a la habitación de Cruz, parecía que
también tenía las habilidades que Cruz y yo habíamos adquirido al trabajar para
Dios.
-No sé de qué estás hablando, solo quiero que mi
compañero puedo descansar antes de que halle la forma de recuperar sus brazos-.
-Yo puedo hacer que recupere sus extremidades,
¡Mira!-. Su mano derecha apuntaba hacia Cruz, parecía que iba a lanzar un
conjuro para hacer que le crecieran los brazos.- ¡Incantatem!-.
Los brazos de Cruz estaban de vuelta como si
nada hubiera pasado, lo había logrado, el sabia la forma de hacer cosas
verdaderamente difíciles, la curiosidad me consumía por dentro como una llama
inmensa, como aquella vez que la aldea de Sormenth fue incendiada por mi culpa,
tenía que saber cómo es que tenía tanto poder, una sensación de energía corría
por mi cuerpo mientras Beck estaba en la habitación.
-Vamos hazlo, ¡sé que la duda te consume!,
¡Pregúntalo!-.
-¿Cómo es que tienes esa cantidad de poder?-. La
pregunta se disparó rápidamente, mi cuerpo se aceleraba al escuchar esas
palabras, parecía que me estaba retando, yo conocía la respuesta, estaba
jugando con mi mente, sabía que iba mencionar todas las cosas a las que había
renunciado.
-Creo que ya sabes las respuestas, pero de
cualquier forma te lo diré, pero antes dime la verdad, se la conoces y que
tienes recuerdos de ella, ¿Qué sabes de mamá?-.
-Tengo recuerdos muy vagos de ella, no recuerdo
mucho, solo sé que nos condenó a los dos al tenernos como hijos, fornicó con un
demonio y nos dio a luz a ambos, yo nunca quise ser de esta forma, pude haber
tenido una vida normal, un empleo cualquiera, ser una persona promedio, pero
ella tomó la decisión de controlar nuestras vidas mucho antes de que
naciéramos-. El coraje y el dolor que sentía se acumulaban con cada palabra que
salía de mi boca, sentía que iba a llorar, todo ese rencor y todas las cosas
que tenía que desahogar salieron al aire en ese momento.
-¿Es eso lo que piensas de ella?, Valla, mamá no
se equivoca, El dejarte aquí con los humanos no te hizo más fuerte, solo te
hizo más ingenuo, un pequeño e insignificante habitante de este reino, te has
convertido en alguien que solo ve con los ojos, has cambiado mucho hermanito,
es hora de que te dé una lección de historia-. Beck se teletransportó a mi lado
y me llevo a otra dimensión.
-¿Dónde estamos?-
-Esta es tu mente Sven, es hora de que veamos
unas cuantas cintas caseras-. Mi mente era enorme, un cuarto lleno de imágenes
que flotaban por todas partes, algunas imágenes estaban distorsionadas y otras
estaban ardiendo en llamas.
-¿Por qué esas imágenes están en llamas?-
-Son recuerdos que tu mente trató de eliminar,
pero es tan fuerte el odio y el rencor que tu mente solo las empezó a quemar
simbólicamente, y solo tú puedes desbloquearlas, ¡Vamos!, Lanza un hechizo que
las apague, creo que lo conoces-. Una imagen volaba sobre mi cabeza, estaba un
poco borrosa pero podía leer la palabra que estaba inscrita en esta.
-Aqua-. Una de las imágenes se dejó de consumir
por el fuego, mostraba un retrato antiguo, parecido a una imagen de la era
medieval, mostraba una casa rustica y algo en el horizonte, algo parecido a una
sombra.
-¿Qué significa la sombra en la imagen?-
-Cuando llegue el tiempo lo sabrás hermano, por
el momento solo he venido a destapar parte de tu potencial, aún hay muchas
cosas por aprender, pero creme cuando te digo que las cosas no son como las
crees, muchas cosas fueron distorsionadas de tu mente, muchas cosas que crees
haber vivido solo las pusieron en tu mente, recuerda que no podemos negar lo
que somos algún día nos veremos en persona-.
Un pequeño flash apareció en mis ojos mientras
recuperaba la noción de lo que hacía, Cruz aún seguía sin extremidades y Matt
tenía la misma cara pálida que tubo desde que vio el estallido en los brazos de
Cruz.
-Sven, ¿estás bien?, te perdí por un momento-.
-Sí, pero acabo de explorar mi mente y aún hay
muchas cosas que tengo que descubrir aun, creo que será algo bueno que
regresaran a Sormenth y cuidaran a tu pueblo, yo tengo cosas de las que
ocuparme, Matt, ¿Te puedo pedir que cuides a Cruz en lo que regreso?-.
-Por supuesto, no te preocupéis, solo dejad que
me encargue yo ¿Vale?-.
-De acuerdo, gracias Matt, por favor, cuídalo
bien-.
Tenía que alegarme de la ciudad y buscar un
lugar donde pudiera explorar mi mente, necesitaba estar a solas y descubrir
quien verdaderamente era, iba a ser algo complicado, pero tenía el lugar
indicado.
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