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sábado, 22 de octubre de 2011

Capítulo 24: El día de muertos…




De alguna forma u otra tenía que irme lejos, tenía que desaparecer y poner en claro mi cabeza, no podía dejar que mis compañeros siguieran sufriendo por mi culpa, y mucho menos que murieran por culpa mía.

-¿A dónde vas a ir Sven?-. Matt había puesto a Cruz en su cama y había bajado a charlar antes de irme.

-Aun no lo sé, pero tengo que meditar, no voy a permitir que sigan pasando estas cosas, no quiero que ninguno de ustedes muera-. Matt me miró a los ojos y me sonrió y como siempre me tomo un hombro antes de hablar

-Sven… Muchas veces tenemos problemas que nos afligen, pero las personas que te aman siempre estarán ahí para apoyarte, no importa que sea, el poder del amor es lo demasiado grande para corromper la maldad-. 

-Ammm, gracias Matt, unas palabras un tanto de película, pero lo agradezco-.

-A decir verdad lo saqué de una actuación en el festival en Sormenth, la historia trataba de dos espíritus que, tras morir juntos, el amor jamás los separó, de tal forma que aun siendo entes intangibles estos aún continuaban juntos…-. Interrumpí a Matt antes de que pudiera terminar su relato.

-Espera Matt, a no me atraen esas historias, yo no creo que el amor exista aun muertos, eso son solo…-. Al igual a mí, Matt me interrumpió para darme un respiro y evitar que hiciera una estupidez.

-¡Espera!, no es el relato lo que importa, lo que importa es la idea que existe en mis tierras, en cierta época de invierno contaban nuestros ancestros de la época de las primeras canciones que, una noche, solo una noche, las almas de nuestros seres amados regresan a la aldea para estar con nosotros y darnos un abrazo, el cual hace que te congeles, ya que son espíritus, pero lo importante es que regresan a nosotros para protegernos y darnos su energía y su fuerza para poder descansar en paz-.

La historia de Matt tenía algo que me cautivaba, algo que me incitaba a creer en ella, algo que me daba aun un rayo de esperanza, una pequeña y muy delgada posibilidad de traer de regreso a Jesica.

-¿Cuándo es el festival de Sormenth?, puede que exista una forma de traer a la vida a Jesi, ¡tienes que llevarme ahí Matt!-. Esa sensación de adrenalina corría por mis venas una vez más, tenía de nuevo la oportunidad de traer lo que más amaba en toda la tierra.

-Es exactamente dentro de veintitrés horas, puedo llevarte dentro de unas horas, así dejaremos descansar a Cruz y también no podremos preparar para el festival-

-¿Prepararnos para el festival?, ¿a qué te refieres?, ¿qué debemos de hacer?-

-Es tradición hacer un homenaje a los seres amados que se han ido, construyendo un pequeño altar a ellos, en tu caso a Jesica, es algo sencillo, debes poner una foto u algún objeto que simbolice la esencia de la persona, en mi caso, yo pondría la túnica de mi padre, y sus libros de hechizos favoritos, al igual que tú, le encantaba volar las cosas por los aires, por eso tenía tantos libros de hechizos explosivos, pero en tu caso, ¿qué es lo que representaría la esencia de tu novia?-.

-Para una chica como ella no existen palabras para describirla, solo tengo un vago recuerdo del sabor de sus labios y del calor de su cuerpo, el amor que te transmitía no tenía igual, simplemente no se puede describir-.

-No te preocupes, aun podemos hacer algo, ¿Tienes alguna imagen de ella?-

-Tengo una foto que nos tomamos antes de que subiéramos al cielo a matar ángeles-

-Excelente, que mejor representación de ella que ella misma plasmada en una fotografía, eso es lo mejor que podemos encontrar-

Matt continuó contándome las tradiciones de lo que para ellos en Sormenth era “el día de muertos”, era un evento que pocos seres en los 4 reinos podían presenciar, el tiempo corrió rápidamente, Cruz tomaba algo de medicina para el dolor, y Matt lo veía con una mirada titubeante.

-Cruz, creo tener la solución a tu problema, solo hay una pregunta, ¿Te importaría ser de metal?-

-¡Tío bromeas!, ser de metal me haría mucho más fuerte, así podría aplastar a cualquier enemigo que se pusiera enfrente, sería un coloso imparable-.

-Sven es hora de sanar a Cruz, tengo el hechizo para devolverle los brazos, Pero Cruz, esto te va a doler- 

-No importa mientras aun pueda…- Matt se acercó y me susurró el hechizo mientras Cruz seguía hablando a solas lo genial que sería tener brazos de metal.

-¿Estás listo Cruz?- Pregunté en voz alta mientras Matt aun veía a Cruz a los ojos.

-¡Listo!-

-¡KERTEK!- Un Rayo plateado se desprendió de mis manos mientras reconstruía los brazos de Cruz.

-¡Sven, tienes que ser fuerte, el rayo consumirá toda tu energía e inclusive tu vida si te dejas vencer, tienes que resistir!-

La energía que despedía el rayo de mis manos consumía más y más mis fuerzas, era un hechizo muy poderoso, no aguantaría  mucho tiempo mientras este rayo emanara de mis brazos, poco a poco mi vista comenzó a nublarse y empecé a caer al suelo de rodillas mientras Cruz gritaba de dolor por la adición de metal a su cuerpo.

-¡Sven, tienes que ser fuerte, solo unos segundos más!-

“lo dices como si fuera fácil”, fueron las palabras que resonaban en mi mente, mientras seguía cayendo al suelo, un rápido vistazo hacia Cruz hizo que me percatara que el trabajo estaba hecho, no obstante ya no tenía energía para levantarme, y así sin más me desmayé.

-¡Sven!- Cruz y Matt gritaron al mismo tiempo, ambos estaban al tanto de mi estado vital.

-¡Matt, al laboratorio, rápido!- Cruz me tomó en sus nuevos brazos y me llevó hasta el centro de operaciones que había en el departamento donde vivíamos Cruz y yo.

-Debemos hacer que no pierda la noción de lo que pasa, Cruz evita que se duerma-. Cruz hablaba conmigo mientras Matt ponía una manta en el suelo y le indicaba a Cruz que me recostara en ella.

-¡Cruz, rasga su playera y pon tus manos en su pecho, tenemos que hacer que su corazón no deje de latir!-. Cruz puso sus manos en mí mientras Matt convocaba una fuerte descarga en sus brazos para que estos la condujeran a mí sin lastimarme directamente.

-¡Truckto!-. Una Fuerte descarga me hizo reaccionar mientras me cargaba de energía.

-Pensé que te perdía hermano-. Cruz me abrazó y con la nueva fuerza de sus brazos casi me parte la columna vertebral en dos-. 

-Cruz, gracias por tu afecto viejo, pero me estás destrozando la espalda- 

-Lo siento viejo pero no podíamos perderte-

-¿Por qué no?, así por fin podría estar con Jesica, como en la historia de Matt, seriamos 2 entes que se aman aun siendo solo almas- 

-Podrías hacer eso si fueras mediocre, pero no lo eres, ahora te pregunto, ¿vas a dejar que la chingada muerte venza a aquellos que se infiltraron en el cielo y retaron a Dios y  Lucifer a una guerra?-

-No…-.

-Entonces vámonos, hay un festival a cual asistir- 

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